martes, 21 de octubre de 2008

Miedo

Corres sin parar, ya no puedes mas, le tienes miedo a parar.

Te escondes del miedo, pero tú mantienes el miedo. Tú eres el miedo. Le tienes miedo a vivir como mi alma.

Te encuentras sola, gritas desesperadamente; tu llanto te responde. No tienes salida, te estas pudriendo; tu ego se ha caído y el miedo se ríe a carcajadas de ti, luzbel te ha abandonado, sólo te dejo el dolor. Somos vulnerables ante él, pero también somos el dolor en persona.

El miedo te ha consumido, pero aún corres por ayuda.

Te cansaste de mirar la realidad, que asqueada te tapas los ojos, ya no quieres vivir más. Te cansaste del dolor. Tu espalda te sangra, no cabe ni un corte más, estas peor que un sacerdote del Opus Dai, las curaciones fueron en vano, te matas poco apoco, te sangra el alma, no tienes por donde canalizar tu dolor.

Te miro con cariño, bajas tu mirada, sí, sangro con las dos manos. Miras el recorrido que he dejado con la sangre, vengo de abrazar aquel árbol, sabes que es mi costumbre cuando estoy triste, tiene posas de sangre bajo él, y a escasos metros algunas botellas de vodka y dos hojas de gillette cubiertas de sangre que se pierden en la posa. Me paso la mano compulsivamente por la cara para secar las lagrimas, es inútil, solo me ensangriento más la cara las lágrimas no cesan. Miras mi cuerpo y ves que la polera esta roja, deduces que las costillas también están abiertas.

Estamos bañadas en nuestra propia sangre, nos desangramos falta poco para morir.

El tiempo ha sido muestro cristal, no podemos seguir mirando la maldad de nuestras almas ,no podemos descartar la influencia del pasado, no podemos dejar que el miedo nos desvíe de nuestra meta.

¿Sigue viva tu espalda? ¿Siguen vivos tus brazos?, nos consolamos mientras hacemos las mismas estupideces de costumbres; hablamos las mismas mierdas que siempre; te cuento que me he enamorado de otro ser humano y pones cara de sorprendida, pero entiendes que mi melancolía y nostalgia han llegado demasiado lejos y no dejan espacio al amor, lo entiendes.

No hay vuelta atrás, no estoy arrepentida. Queda tan poco para el final que me siento feliz aunque mi rostro no lo demuestre, sabes que estoy feliz, porque dejaré de observar y escuchar toda esta mierda.

Cierro mis ojos, veo tu cara llorar y sé que se acerca tu final, no quiero verte.

Tu cara depresiva se apaga, no te mueves, entiendo ya te has ido y tu espalda ha cumplido su misión, ha llamado a la muerte, te ha dado tu ultimo respiro. Me desangro. Al fin te liberaste de esta mierda.

La muerte me llama, me invita a pasear con ella, me rodea con sus brazos tiernamente me toma, me tapa con su sotana para no sentir frío, aunque sabes que ya no siento casi nada. Me lleva a unos pastos, donde me acomoda suavemente y recita un poema que alcanzo a reconocer, era uno que nos gustaba a ambas de Luís G .Urbina:

¿Qué si me duele? un poco, te confieso
Queme heriste a traición, mas por fortuna
Tras el rapto de ira vino una
Dulce resignación... pasó el acceso.

¿Sufrir?¿Llorar? ¿Morir? ¿Quién piensa en eso?
El amor es un huésped que importuna,
Mírame cómo estoy, ya sin ninguna
Tristeza que decirte, dame un beso.

Así, muy bien, perdóname fui un loco,
Tú me curaste -gracias-, y ya puedo
Saberlo que imagino y lo que toco.

E n la herida que hiciste, pon el dedo,
¿Qué si me duele? Sí, me duele un poco,
Mas no mata el dolor... no tengas miedo...


Me acaricia el rostro, me besa y la veo alejarse, me dice algo como: “bienvenido a mi hogar”.Ya estoy muerta. Te veo en mis mismos pastos, corres, te veo sonreír de verdad estas feliz; sólo te observo. No te molesta, sabes que siempre me ha gustado observar las cosas.

Al fin lo logramos, nos libramos de toda esta mierda, ahora estamos muertas y nadie reclamara nuestros cuerpos, sólo la ciencia.
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Un original ,inspirado en los R.I y en Morrigan.
Nada que decir ,hoy solo guardo silencio.

1 comentario:

Mortrel dijo...

Me comueves querida ^^
es genial escuchar hablar de mi espalda latigada (ya quisiera que fuese de verdad)

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Excelente relato.